BARRERAS MENTALES, de Juan Miguel Mena
Acceso a Centro Cívico de Torre-romeu
Uno de los motivos por los que una persona se compromete con una opción política como ICV-EUiA es intentar cambiar la vida de las personas, para mejorarla. Evidentemente hay personas que necesitan, no una ayuda, sino una apuesta política y un compromiso constante para conseguir equilibrar la calidad de vida de las gentes. Una de nuestras preocupaciones son las personas con movilidad reducida. Entender que lo que necesitan no es ayuda, solidaridad ni una mirada compasiva sino herramientas que les garanticen su propia autonomía personal, significa estar dispuestos a superar algunas barreras mentales.
Desafortunadamente los que tienen la responsabilidad de gobernar en Sabadell todavía no han superado esas barreras mentales. Y eso lo pagamos todos. Sólo aportaré un ejemplo para comprobar hasta qué punto esto puede ser preocupante. Los vecinos y entidades del barrio de Torre-romeu no entienden que el Centro Cívico, un equipamiento municipal que debe ser el punto de referencia para todos los ciudadanos, todavía tenga unas escaleras en la entrada que impiden el acceso a personas con movilidad reducida. Una de las reivindicaciones del barrio es acondicionar el acceso al Centro Cívico para que cualquier vecino (con cochecito, en silla de ruedas, con bastón, etc) pueda entrar con la misma dignidad con la que lo hacen los demás. Si esta situación en pleno siglo XXI, en una ciudad como Sabadell que pretende ser moderna, ya resulta preocupante, lo más grave de todo es la solución que aportan los responsables políticos del distrito. A saber: que la persona con movilidad reducida avise a los conserjes del centro para que abran la puerta de atrás que es de entrada plana o acondicionar la puerta trasera para el acceso de personas con discapacidad física. Inaceptable. Todo el mundo debe entrar por la misma puerta, sólo así se garantiza que todos seamos iguales. Una ciudad moderna, que respeta los derechos humanos, con ética y responsable no puede aceptar soluciones de ese tipo que no ayudan a garantizar la autonomía personal de los vecinos y vecinas de Sabadell que más lo necesitan. Esas barreras mentales de algunos gobernantes impiden que nuestra ciudad avance en una dirección clara de bienestar social universal, es decir, para todo el mundo.
<< Home