EL JARRÓN ROTO O EL PENSIL EN LA FAROLA, por José Luis Belloso

El señor Manuel Calzado, por otro lado amigo mío, se metió el día 30 de marzo en este diario ”en camisas de once varas” puesto que juzga desde fuera, una situación de un grupo político que no es el suyo. Es lo mismo que yo me pusiera a hacer juicios sobre la postura antiestatut de Ibarra o de Bono o las crisis frecuentes entre el PSC y PSOE, o las razones del orden de la lista local de la candidatura del PSC. Me dirías y con razón, que me meto donde no me llaman y tal vez que no tengo suficiente información. Y por tanto, que visualizo parcialmente las cosas. Pero como se acercan las Elecciones del 27 de mayo, esa crítica hacia las entretelas de un partido o coalición opositora, tiene matices y relevancias que deberíamos de considerar en un diálogo de amigos y por tanto sin acritud.

Es verdad que ha habido, como tu dices una fragmentación dentro de la Izquierda del PSOE y es debida a muchas causas. Ni se trata de una nostalgia enfermiza ni menos de una práctica de esa tan denostada “dictadura del proletariado”. Veo en eso tu sonrisa irónica. No, razones más profundas. Todos tenemos nuestra historia gloriosa y discutible detrás, que nos engrandece y que nos interpela. Y eso mucho antes de Farrés, o lo de la OTAN. o de la Guerra Civil, sino cuando el jarrón estaba formado por militantes socialistas y comunistas ( se separaron porque unos querían coquetear con el capitalismo y otros no) Eran tiempos distintos y ahora nos toca vivir otra época. Yo creo que mejor. Los dos estamos por una democracia social y una ciudad próspera y alegremente convivencial. ¿O no? Eso requiere la aplicación de nuestros ideales políticos a esta ciudad y este día a día que nos toca.

Concertemos que en los dos partidos existe cohesión interna, ahora, y que no hay fisuras de cara a las elecciones, aunque algunos hayamos perdido algunos pelos en la gatera. Y en ese supuesto hagamos una reflexión de aquellas de ve, juzgar y actuar que hacíamos, tú y yo en tiempos.
No comparto contigo, bastantes cosas a nivel político, y espero que eso no empañe nuestra antigua amistad. Por ejemplo, no creo que los ciudadanos no voten o se abstegan por que padecen un hartazgo de los políticos, sino porque los políticos no demos la talla de lo que la gente espera de nosotros y haya una incoherencia ética entre lo que predicamos o se supone que deberíamos predicar y lo que damos o hacemos. Coherencia entre nuestros ideales y nuestros hechos. Y dejemos aparte la derecha a quien le conviene que pasemos de política o incluso de nos abstengamos de votar.
Parece que un valor muy preciado de la izquierda es la austeridad. El hecho de poner “floretas” en las farolas ¿No te parece criticable cuando hay tantas cosas que hacer a nivel social y a favor de los excluidos, que los hay en nuestra ciudad? Nadie dice que no se les haya dado subvenciones y no se les haya ayudado. Pero ¿No podríamos priorizar? Y dar ejemplo en eso.
La ostentación en los proyectos, la virtualidad y las inauguraciones sucesivas, la constante aparición de las fotos del alcalde en los medios, por cualquier motivo ¿ No es otro motivo a reflexionar?
Las actuaciones de la policía en algunas ocasiones con motivo de los ocupas, el caso Bemba, la no contundencia en los casos de violencia racista etc. que ha puesto a parte de la juventud en contra ¿No sería otro punto a considerar?
El tema de la movilidad.
La difícil cuestión de la participación en las instancias sociales, los Consells, Los Foros , las Agendas etc. que son demasiado informativos y poco formativos ¿No sería otro punto a reformar para no desanimar a los que voluntariamente quieren colaborar?
La forma de encajar las críticas de las minorías, sin personificar, ni menospreciar. Teniendo muy en cuenta los excluidos, los discapacitados, y los sin voz ¿no serían una cuestiones a debatir etc. por sólo citar unos ejemplos.?
Apreciamos lo que se ha hecho, no somos ciegos, pero creemos que se puede hacer de otra manera. Mejor.

Por eso, tiene que haber otras opciones que miren al futuro, que realmente miren las cosas con proximidad, sin querer engatusar a nadie, ni con medallas, ni con viajes, ni con acelerones de proyectos que se empiecen con vistas a las próximas elecciones .Eso es lo que está diciendo ICV-EUiA, que queremos mejor un jarrón lleno de claveles y tulipanes que alegren las casas que no tiene vivienda, que los costosos y antiecológicos pensiles en las farolas.